El poeta griego Homero, que vivió en el S VIII AC, describió en La Ilíada y La Odisea el modo de vida de una época que los historiadores ubican cronológicamente entre los siglos XII y VIII AC.
El poeta griego Homero |
No cabe duda de que es el pilar sobre el que se apoya la épica grecolatina y, por ende, la literatura occidental.
La sociedad de la Época Homérica estaba gobernada por un rey que compartía el poder con los aristoi (nobles), pertenecientes a grupos de familias con un antepasado común denominados genos, que poseían propiedades agropecuarias económicamente autosuficientes trabajadas por jornaleros y esclavos, y se dedicaban a la guerra, en la que el triunfo se decidía por combates individuales, y a la navegación, fuente de aventuras y botines.
Les seguían en la escala social los profesionales y artesanos, los pequeños propietarios, los jornaleros y los esclavos. Hacia el S VIII AC surge la polis, pequeña ciudad–estado de hasta 10.000 habitantes, rodeada de campos de cultivo y pastoreo.
Además de la Ilíada y la Odisea, a Homero se le atribuyeron otros poemas, como la épica menor cómica Batracomiomaquia (‘La guerra de las ranas y los ratones’), el corpus de los himnos homéricos, y varias otras obras perdidas o fragmentarias tales como Margites. Algunos autores antiguos le atribuían el Ciclo épico completo, que incluía más poemas sobre la Guerra de Troya así como epopeyas que narraban la vida de Edipo y guerras entre argivos y tebanos.