Se trata de una
escultura de bulto redondo, una réplica romana de una obra original hecha en mármol por el escultor griego, perteneciente al clasicismo griego del siglo IV a. C., Scopas, que se encuentra en Dresde (Alemania) en la colección de Antigüedades del Estado.
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Ménade danzante atribuida a Scopas |
Esta obra es conocida también como “Ménade danzante” o “Ménade furiosa” y representa a una de las ninfas que acompañaba o rendía culto al dios griego Dionisos, que para algunos autores, posteriormente serán conocidas como “bacantes” (aunque otros diferencian entre las “ménades” griegas, seres semimíticos y las “bacantes”, mujeres que imitarían el comportamiento de las primeras).
Las ropas que se desprenden del cuerpo agitado y la cabeza echada hacia atrás en éxtasis (las ménades eran sacerdotisas de Dionisio) confieren a esta figura femenina de tratamiento naturalista y pluralidad de puntos de vista el dinamismo propio de la época helenística y la alejan definitivamente del sereno arte clásico.
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Ménade danzante atribuida a Scopas |
Scopas es uno de los últimos escultores que se pueden encuadrar en la escuela ática, pues en el siglo IV antes de Cristo, Atenas había perdido su hegemonía política, aunque conservaba la cultural.
La tendencia dramática que el representa, la veremos por ejemplo en la
escuela de Rodas y Pérgamo, en obras como “EL Laocoonte y sus hijos” y “El altar de Zeus en Pérgamo”.