Los grandes avances de la arquitectura realizados en Grecia en el siglo VI A.C. fueron la utilización de la columna, el fuste y el capitel.
El orden dórico se desarrolló en el continente griego, en Creta y en la Magna Grecia. El orden jónico prosperó en algunas islas de Asia Menor.
En el orden dórico la columna está desprovista de base y su fuste es cónico, y reduce su diámetro hacia la parte alta, con el fin de ganar mayor estabilidad.
Capitel Dórico |
El fuste es acanalado y el capitel que lo corona tiene una estructura puramente geométrica: un cuerpo moldeado que sostiene un ábaco cuadrado de dimensiones muy superiores a las de la columna y a las del arquitrabe para limitar su peso.
El arquitrabe no recibe directamente el peso de la cornisa, ya que se encuentra el friso, que permite el desarrollo de una decoración monumental y es exclusiva de la arquitectura griega.
El Orden Jónico
El orden jónico se eleva sobre una base circular donde se apoya la columna, más estrecha en la parte alta y coronada por un capitel con vueltas.
Capitel Jónico |
Éste presenta una parte inferior circular, generalmente adornada con elementos geométricos yuxtapuestos en forma de huevo; en la parte alta, una superficie rectangular se enrolla en dos de los lados.
El arquitrabe está ligeramente escalonado, y el friso está situado en el nivel superior, y permite la presentación de un friso decorado continuo.
El orden jónico es más ligero que el dórico y sus formas son menos abstractas que las de éste. El dórico es severa, austera y robusta, mientras que el jórico semeja más graciosa, elegante y delicada.