El segundo cuarto del siglo V es el comienzo de la llamada época clásica. Tras un esfuerzo sostenido durante más de un siglo el escultor griego había alcanzado plano conocimiento de la compleja estructura de la figura humana y era capaz de representarla como un todo coordinado.
En este período se dio un giro a la parte superior del cuerpo, a menudo en dirección opuesta a la de la pelvis, consiguiéndose con ello un sentido del movimiento y de ágil equilibrio.
El peso de la figura se desplaza en forma audaz sobre una solo pierna, mostrándose con gran habilidad la asimetría resultante de ello. Tanto el eje de la figura como la columna vertebral se inclinan hacia un lado. Los hombros, caderas y rodillas no están ya en un plano horizontal sino que se inclinan hacia arriba y hacia abajo en ritmo alternante. La cabeza se gira también ligeramente y los ojos y la boca dejan de trazarse siguiendo una estricta línea horizontal.
En este período puede notarse también un nuevo interés en reflejar la emoción no sólo en la actitud de las figuras, como se había hecho hasta ahora, sino también en el rostro. Así ocasionalmente se ve el dolor, la sorpresa, el miedo y el entusiasmo mostrados en un estilo de notable realismo. Comienza también el retrato individualizado.
Durante esta época tuvo lugar un importante desarrollo en el tratamiento del drapeado. Los pliegues en lugar de disponerse según un esquema preconcebido, toman ahora formas más naturales.
El Trono Ludovisi, de transición entre los períodos arcaico y clásico, se destaca por la fina calidad de su modelado, sobre todo en el efecto dado al cabello mojado y a los pliegues de la ropa ceñida al cuerpo que sale del agua. En otro tiempo perteneciente a la colección de un cardenal romano, se ignora su origen y su empleo, aunque tal vez formara parte de un altar. Obra maestra de un desconocido artista jónico, representa el nacimiento de Afrodita surgiendo del mar y asistida por dos ninfas.
Trono Ludovisi |
También se produjo un cambio en el tratamiento del pelo. En las figuras masculinas se muestra ahora corto, con rizos espirales enmarcando la frente y las sienes, o bien recogido pero en bucles o recogido detrás de la cabeza.
Un notable relieve votivo de este período (460 A.C.) es la famosa "Atenea Pensativa" de la Acrópolis de Atenas, de pequeño tamaño.
Atenea Pensativa - Grecia |
Según los escritores antiguos, los escultores más importantes de este período fueron:
- Calamis
- Pitágoras
- Mirón
El Discobolo de Miron |
En las esculturas del Partenón puede observarse cierta evolución, particularmente aparente en el tratamiento del drapeado de las metopas, el friso y las estatuas del pedimento. Los pliegues se multiplican gradualmente, haciéndose más matizos y transparentes, y sobre todo, ganando en profundidad.
El tema representado en las metopas del friso del Partenón, la lucha entre los lapitas (pueblo de Tesalia) y los centauros en las bodas del rey lapita Piritoo, simboliza el triunfo del orden y la civilización sobre la barbarie. Este motivo se repetía con mucha frecuencia en el arte griego del primer período clásico.
Otro importante escultor de este período fue Policleto de Argos. Las figuras de Policleto constituyen el momento culminante de la prolongada lucha del artista griego por alcanzar las formas naturalistas.
Policleto ha escrito un libro sobre la proporción, llamado "El Canon", que, de haberse conservado, hubiera dado a conocer más detalles acerca de los principios que gobernaban la rítmica composición de sus figuras.
El Canon de Policleto |